jueves, 9 de agosto de 2007

"Mierda" de artista

Leo en el periódico un reportaje sobre Piero Manzoni, un artista italiano, ya fallecido, famoso por sus latas conteniendo excrementos (supuestamente) del propio artista.
Siempre me ha resultado totalmente imcomprensible algunas ramas del arte contemporáneo (siguen sin convencerme salas del Reina Sofía), pero creo que Manzoni es un ejemplo clarísimo de la sensación de estupidez malsana y superficial que porlifera en el mundo del arte.

Breve resumen de su obra: "La Merde d'artiste de Manzoni está integrada por 90 latas de conserva de pequeño tamaño con una etiqueta que pone, en varios idiomas: "Mierda de artista. Contenido neto: 30 gramos. Conservado al natural. Producida y envasada en mayo de 1961". Sobre la tapa, el número de la lata y la estampación de la firma del artista: Piero Manzoni.
La serie de los fiatto d'aire tiene una subserie consistente en globos que el artista había inflado in person, es decir, contienen la "respiración del artista"
El conjunto de los huevos con huellas dactilares del artista que después el público asistente a la galería se comía en una especie de comunión artística.
Las líneas son, seguramente, su serie más celebrada. Pintaba una línea de determinada longitud -la más larga fue de 7.200 metros- y después la ponía en una lata cerrada al vacío con la inscripción sobre su longitud."

Me guardo mi opinión sobre su trabajo, pero no me callo la absurdez proliferante en el mundo artístico (que no sólo en él), se pagan millonadas por obras que grandes publicistas (ya sea a sabiendas o inconscientemente) dan a la luz del público potentado y elitista.
Tal es su obsesión por poseer cualquier cosa que no sea de dominio público que gastan millones en una lata llena de excrementos, ¿no se paran a pensar lo que realmente están comprando?, ¿no se plantean el valor real de lo que adquieren?.
Sólo necesitan que un gurú les diga que es chic tener algo para que se desvivan por ello: engañados por un "será invalorable a largo plazo" o un "sólo tú serás el élite que lo poseerá y todos te envidiarán".
Incomprensible para mí.

Otro aspecto que siempre me he preguntado: ¿quién aporta el valor de una obra de arte?, no es la ley del mercado, eso es obvio, pero ¿por qué una obra se hace indispensable y por tanto costosa?
Hay obras que por su "trabajo", su "complicación" entiendo que deban ser retribuidas en el mismo modo, pero ....¿¿una lata con excrementos???, ¿¿un huevo con una huella digital???...

Extraño me parece todo, voy al museo y me veo un cuadro totalmente blanco expuesto... vaya, pienso, un cuadro en el que ¡¡¡no han hecho nada!!¿¿qué hace aquí colgado?? ¿y por que me siento engañada?
Salgo a la calle y veo a artistas mostrando sus obras, puede que no sean tan buenas como un Velazquez o un Goya pero ¡¡al menos han pintado algo!!

Un absurdo al que podemos aplicar: ¿el consumismo elitista?¿el ego?¿una buena campaña de publicidad?...
Sea lo que sea, seguiré con mis clásicos: Rembrant, Goya, Rubens... al menos sé que pintan...sé que pintan.

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